El reloj se puso en movimiento y comenzó la cuenta regresiva. La espera llega a su final y ¿renace la esperanza? El próximo fin de semana se reanuda la competencia de la Primera Nacional. Aunque en este caso está mal empleada la palabra reanuda. No se reanuda nada. Todo volvió a cero. Como en el Juego de la Oca, donde el que está a punto de llegar a la meta cae en el casillero equivocado y tiene que volver al punto de partida. Eso es lo que le pasó a San Martín. También a otros equipos que parecían encaminados a buscar el ascenso a la Liga Profesional. Después de largos ocho meses de espera y de especulaciones, la AFA decidió cambiar el chip. Puso uno nuevo; los datos y las estadísticas se borraron de un plumazo. Todos quedaron en igual de condiciones. Cuando la pelota comience a rodar, los candidatos no serán los que iban punteros y con una cómoda ventaja sobre sus perseguidores. Cualquiera puede asumir ese rol, aunque en el reino de las especulaciones todas las miradas apuntan a los equipos que estuvieron, directa o indirectamente, beneficiados por las decisiones tomadas, fundamentalmente por el cambio de formato de la competencia. Por eso el signo de interrogación cuando se menciona la palabra esperanza. Muchos creen, y con razón, que todo se hizo con una clara intención. Habrá que esperar dos meses para tener certeza sobre los rumores. Rumores que comenzaron a circular en marzo, cuando se paró la competencia oficial, y ocho meses después se tuvo la certeza de que todo estaba perfectamente orquestado desde el primer día.
Las dudas están, existen. Muchos lo piensan, pero poco se animan a decirlo. ¿El beneficio para algunos clubes se limitará a cambiar las reglas de juego y poner a todos en las mismas condiciones después de que la mayoría estaba casi fuera de la carrera por los ascensos? ¿O habrá que estar atentos a nuevas situaciones que ratifiquen que los límites para el asombro son infinitos en el fútbol argentino? “No hay ninguna duda que será mucho más interesante ver los juegos del Nacional que el berreta torneo de Primera. Sobre todo para observar qué árbitros ponen y qué hacen”, planteó el abogado y periodista Oscar Luis Blanco. El mensaje debe interpretarse entre líneas, porque en un pasado reciente muchos se quejaron porque algunas designaciones arbitrales se repetían sistemáticamente con equipos que, curiosamente, parecían sentirse cómodos con esos árbitros. En estos momentos varios integrantes del plantel del Sadra -entre ellos algunos tucumanos- están marginados y con planteos judiciales vigentes por no estar de acuerdo con el sistema de designaciones en las categorías de ascenso.
“Burbuja” futbolística
En el reino de las especulaciones nada es imposible. Ahí todo puede suceder. Sin embargo, a pocos días de comenzar la competencia, lo mejor que pueden hacer los equipos es concentrarse en el fútbol y mantenerse al margen de los comentarios que preocupan e incomodan. Después llegará el momento de hacer el análisis correspondiente para entender hasta qué punto todo lo que se dice es real o ficticio. Así lo entendieron los responsables del conducir futbolísticamente a San Martín. Ellos prefieren mantenerse al margen de todo y buscan resguardar al plantel en una “burbuja” -palabra de moda en estos tiempos- donde sólo convivan los jugadores y el fútbol. Todo lo extradeportivo debe quedar al margen. “Estamos tranquilos. No podemos ponernos a pensar si también nos van a perjudicar o no en la cancha. Todo lo que pasó genera impotencia y bronca. Pero no podemos quedarnos a lamentar lo sucedido. Ahora intentaremos recuperar lo que nos quitaron”, señaló el técnico “santo” Sergio Gómez, cuyo único objetivo es lograr que el equipo se enfoque en el objetivo central: lograr el ascenso a la Liga Profesional.
Después de esperar ocho meses, todo se resolverá en algo más de 60 días. Mucho se dijo y mucho se seguirá hablando sobre las decisiones tomadas por la AFA. Alguna vez, Diego Maradona reconoció sus errores y durante el partido de su despedida dejó una frase que simboliza el sentimiento del verdadero hincha. “La pelota no se mancha”, sostuvo. Ojalá que en la Primera Nacional, cuando vuelva a rodar en los campos de juego, la pelota no se manche y el fútbol sea el protagonista exclusivo de esta novela llena de dudas, suspenso y misterio.